Nuestra querida amiga Carmen nos ha dejado este 15 de enero de 2014, pero ¿nos ha dejado realmente?
Los siguientes poemas, formaban parte de la edición trunca del nº 11 de "La Luna de Tlön",año 2003.
Carmen Bruna fue uno de los integrantes del staff que fundó esta misma revista en la década del 80, y recientemente los di a conocer en la página de El Heresicarca & Cía. https://www.facebook.com/el.heresiarca.cia
DEL AMOR
“tengo entonces esta fantasía:
una hemorragia suave que no
mana de ningún punto de mi
cuerpo, una consunción casi
inmediata, calculada para que
yo tenga tiempo de sufrir
sin haber todavía desaparecido...”
(Roland Barthes, “Fragmentos
de un discurso amoroso”)
La demanda de amor del solitario,
los signos sutiles y clandestinos
en la piel del hechizado.
El desconsuelo y la carencia.
Toda la belleza inhóspita de la crueldad y el abandono
En los bosques oscuros.
La pérdida total,
el saqueo promiscuo,
esas flores muertas
en el corazón de las tinieblas,
ese santuario de la desmesura
como un talismán recuperado
fatigosamente,
en el despertar desgarrador
de los ángeles mudos.
El desmoronamiento y la gangrena
de los oráculos con serpientes
y de las tortas de cebada de la Reina del Cielo.
La voluptuosidad abismal
de la muerte de Isolda
La vorágine sin conciencia
donde sucumben los enamorados de la muerte,
el desvanecimiento en el éxtasis
la huida de las rosas y la dulzura del vacío.
LULÚ LA BELLA
El ciprés nevado del estanque de Perséfone
la pradera de los asfódelos
el álamo blanco y la menta fragante,
el agua de cebada de la madre Démeter
en los misterios de la cosecha
los tres cuerpos y las tres cabezas de Hécate
la diosa de las brujas
sus ojos de carbón su cabellera de cenizas
en la tierra de las manzanas,
el grano verde
el grano maduro
la granada roja de la sangre de Adonis.
¡oh amada Sheal, diosa del infierno
que recoges las flores escarlatas de las adormideras
que condimentas el pan con sus semillas
que prometes la resurrección después de la muerte!
Allí, junto al árbol de las Damas
alguien grita
¡Hay que colgarla
porque tiene la forma de un ángel
porque tiene bonitos ojos
debe expiar su pecado
debe pagar por su traición
sus placeres serán destruidos por la culpa irracional
sus manos estarán vacías.
Es demasiado hermosa
demasiado lasciva
para seguir viviendo.
SEBASTIÁN, LOS MISTERIOS DEL GOZO
Los pezones naufragando en la leche
los pechos cortados
las cabezas de los lobos
las piedras de Deucalión y Pirra
el relincho de las yeguas
la luna de cerezas en la fosa húmeda de rocío
los cuchillos que hieren la luz
los ángeles amarillos en la cuna del sol
un poema de Garcilaso
un milenio de sangre y de cenizas.
La tristeza de mirarse a los ojos
y encontrar el reflejo del vacío.
Estar muy fatigado
saborear el gusto acre de la traición
en la alcoba nupcial.
Oír crecer la hierba de María la Pastora
Ver a San Sebastián
gozar en el suplicio
ver su cuerpo temblar en la tortura
bajo la cálida lluvia del verano.
Eros llora y se extravía
en estas complacencias
y en el ritual sagrado
de la sangre inocente
satisface a los dioses
LAS CEREMONIAS DE MONELLE
Este es mi triunfo y mi derrota – dijo Monelle a sus hermanas las silfos
Mis pechos son la vía láctea de las brujas,
el hogar de los cazadores de ciervas,
el tálamo nupcial de las arañas exhaustas de placer ponzoñoso.
Este es mi paje, el peregrino del mundo nuevo,
y con él navegamos el Amazonas, río arriba,
entre el perfume pesado de las orquídeas
y la pleitesía de los colibríes.
He vuelto a nacer en la tierra de los volcanes
Entre dragones temibles y guerreros manchados de sangre
y de lava hirviente,
nieve y fuego,
cenizas y brasas,
lavatorio de pies entre sacerdotes y súbditos humillados,
fogatas del primer domingo de cuaresma,
hogueras de enebros y retamas.
Siete hogueras para expulsar al “malvado sembrador”,
el que siembra la cizaña y no la recoge.
La ceremonia mágica, los sacrificios druídicos,
el espíritu del grano,
el muérdago sagrado y el árbol en que crece:
el roble y los espíritus ceremoniales
que levantan la cosecha en el sexto día de la luna
y la mágica poción que hará fértiles a los estériles.
Las dos víctimas que extinguen con su sangre
los incendios de la “Dama Loca”.
Las serpientes entre los muslos abiertos de la ladrona
de los rojos granos del maíz,
de las ilusorias transmigraciones de los peces
y de las semillas carmesíes
en el espejo de humo de las granadas,
abiertas como heridas incurables
en el cuerpo de las señoras del templo de los esclavos.
Carmen Bruna.
Carmen Bruna y Rodolfo A Álvarez, Bs As, 1993
1 comentario:
Hermosos poemas. Gracias por compartirlos. Un abrazo.
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