Simplemente, no es tan simple la poesía de Concepción Bertone, sin embargo posé un rasgo que admiro en ciertos autores: el "fluir" que le otorgan a su poesía como si esa superficie escritural fuese una pátina que no ofrece ninguna resistencia a la lectura y a su goce. Pero no es la intención de este espacio hacer una disección crítica de su obra. Simplemente, compartir tres poemas de esta generosa poeta y amiga.
Marcas de agua
A mi nona Concepción, in memoria.
Marcas de agua del ser gentil que trama
en la piel la textura y en los ojos
el mismo tinte, el tono que ascendiente
convino a mi mirada y a mi vida
sin tersas luces, sin la caricia fría
de la más tersa luz.
Cómo decirla.
Si en la ternura hija de la esquirla,
no de la esquirla como imagen vana
sino de la real, la verdadera
parte del hueso leso y lacerante
se yergue, se rehace, se repara
como hueso en el yeso,
como escara
que ha cosido la herida con un tajo.
Ella soy yo.
Su sino su manera, su don
y su carencia. Los de afuera
de palo, y los de adentro
de su entraña. Huésped
pequeña de su instante, grave
raíz de su prodigio: ese momento
dove ancora tu sei. Y yo me encuentro
con tu ser de mi ser. En ese traje
de tu ser
que me cabe como un guante.
del libro inédito “Esperando la nieve”
Meeting
Bastó vernos por un instante para saber
que nos habíamos amado antes
del primer pogrom y ardido
por última vez en el horno
que nos unió para siempre
en una misma llama. Bastó
esa mirada, ese gesto
que se calcinó
y ascendiendo
indefenso humo negro
de carne inseparable
aún palpitaba.
Orgasmo de ceniza, más
lo remueve el tiempo, más
lo atiza.
de "Citas"
ALGO DE ALDO Y GLOTICA MIA
Para Aldo Oliva
Yo estuve ahí
pero no vi las patas en la fuente
-me dijo-. Pero ahí estuve. Fugaz
se iba en la diatriba del dolor
injurioso y violento. Diávolo,
diábolo, diantre diamantado. Yo
estuve ahí,
me dijo. Joven,
desprolijo, pero joven,
desordenado pero joven, cuando ahí
estuvo. Y no había Dios,
y no hay, y no habrá. Un ángel
malo, puede ser
que hubiese. Pero no un Dios, mas
sus reses, quizás. Yo no era
un eral, pero era
joven y ahí estaba. La gleba
y yo, siempre. Siervo
de la tierra sí, aterronado sí,
simiente y seminal sí, pero
nunca vendido ni vencido
en la mente donde todo se gloria
según se glosa. Yo
estuve ahí pero no vi
las patas en la fuente.
de "Aria da capo"
Concepción Bertone.
Concepción Bertone: nació y vive en Rosario. Es poeta, prosista y crítica literaria. Fue coeditora de la revista Cuadernas, junto con Armando Vites y Héctor Píccoli. Escribe en diarios y revistas del país y del exterior, y lleva adelante talleres de escritura. Su poesía está antologada y traducida parcialmente a varios idiomas. Ha publicado los libros de poemas De la piel hacia adentro (1973), El vuelo inmóvil (1983), Citas (1993) y Aria Da Capo (2006), y la antología Las 40. Poetas santafesinas 1922-1981, donde recoge las voces de tres generaciones de poetas de la provincia.
Referencia para no perderse: "La Concepción de la Poesía", Nota y entrevista de Augusto Murano para la revista de estudios literarios Espéculo N° 40: http://pendientedemigracion.ucm.es/info/especulo/numero40/cbertone.html
http://jorgedipre.blogspot.com.ar/2013/03/simplemente-concepcion-bertone.html
http://jorgedipre.blogspot.com.ar/2013/03/simplemente-concepcion-bertone.html
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