Mi frágil
fortaleza
Me
levanté.
Me
vestí con mi piel
y
con mis huesos.
Como
todos los días.
Dejé
que el agua me moje
y
el fuego me queme
y
el cielo caiga sobre mis hombros.
Fui
una mezcla
de
ceniza mojada.
Reducida
a lo
más
elemental.
Pero
el aire siguió pesando.
El
filo del mundo siguió cortando.
Las
palabras siguieron hiriendo.
Los
problemas que no eran míos
siguieron
volviéndose míos.
Por
eso;
aún
así,
con
el alma hecha jirones,
emparchada
con mi juventud
me
levanté
y
me vestí con mi piel
y
con mis huesos.
Y
fui yo.
Un
día más.
Una rubia a
orillas del Sena
Observa
su reflejo
sobre
el agua calma.
Su
esqueleto es viejo
pero
su rostro
es
la viva imagen de vanguardia.
Bohemia.
Arrancó
suspiros
al
Emperador
vocero
de revoluciones.
En
su corazón
el
hierro,
que
la hizo famosa
Respira
un pueblo
de
cenizas y fantasmas
y
sigue igual de hermosa.
Los
huesos gastados
no
le pesan.
Y
cuando ya no puede verse el horizonte,
un
millón de luces
la
encienden.
B 612
Un
astro lejano.
La
insignificancia misma.
Perfume
arrogante.
Un
sombrero
que
era elefante
y
boa
y
lo mismo.
Un
millón de ocasos
incendian
el horizonte
triste
y
solo
y
su risa de cascabeles.
Georgina Bof. 18
años. Estudiante de Arquitectura y traductorado de Inglés. Nacida en Rosario el 29 de marzo de 1995.
Poemas inéditos.
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